Darién es la región más grande de Panamá y una de las menos pobladas, con alrededor de 71 mil habitantes. La región del Darién mide unos 17 mil km². Está conformada por la provincia de Darién, la Comarca Emberá-Wounaan y la Comarca Guna de Wargandí. En esta región conviven varios grupos originarios: los Gunas, los Emberá y los Wounaan, también hay una gran población negra o afrodescendiente y campesinos colonos que han llegado de otras regiones del país, hay una población numerosa de inmigrantes colombianos algunos de los cuales llevan muchos años ya establecidos aquí, y también hay presencia de población china sobre todo en los poblados más urbanizados.

La cabecera de la provincia es La Palma, fundada en 1922 y la cabecera de la Comarca Emberá-Wounaan es la comunidad Unión Chocó. Los lugares más poblados de Darién son Metetí, La Palma, Yaviza, Santa Fe y Jaqué. Los poblados indígenas con más habitantes son Wala, Capetí y Puerto Indio.

Los ríos más importantes de Darién son el Chucunaque, el Tuira, el Balsas y el Sambú, todos son medios de transporte para llegar a varias comunidades. La carretera Interamericana o Panamericana llega hasta la comunidad de Yaviza, donde hay un puerto sobre el río Chucunaque. También hay un puerto importante cerca de Metetí, el Puerto Quimba.

Más del 80% del Darién está cubierto de bosque, y en su mayoría son bosques primarios. La gran mayoría del bosque se encuentra en las comarcas indígenas o en áreas protegidas. Casi 60% del Darién está dentro de un área protegida, incluyendo dos de las tres áreas protegidas terrestres más grandes de Panamá, el Parque Nacional Darién y el Bosque Protector Alto Darién.

Jaqué

Jaqué es el último pueblo grande del sur en la costa pacífica panameña antes de cruzar la frontera con Colombia. Está en una planicie, cerca del Parque Nacional Darién, en la desembocadura del río Jaqué, que está rodeada de manglar. En el pueblo viven unas 1500 personas de pueblos indígenas, comunidades afro y mestizos. Muchos de los habitantes de Jaqué son personas que han migrado de Colombia.

El río Jaqué es navegable y la gente se mueve mucho por lanchas de madera o de fibra a motor. Subiendo este río y sus afluentes hay otras comunidades, que en total suman unas 1000 personas más. La más grande de esas comunidades río arriba es Biroquerá, un pueblo indígena Wounaan, los demás pueblos del río son Emberá. El río también lleva a los trabajaderos de la gente, donde tienen sus cultivos y ganado. No hay carretera que comunique a Jaqué con el resto del país y la gente entra y sale del pueblo por barco o por avioneta. Son unas 15 horas en barco de Jaqué a Panamá, hay dos barcos que hacen el viaje con carga, más o menos una vez por semana. El avión entre el pequeño aeropuerto de Jaqué y la ciudad de Panamá es más costoso, pero el viaje toma menos de una hora.

Muchos en Jaqué se dedican a la pesca y se come mucho pescado. Los principales cultivos son plátano, guineo, arroz, otoe y yuca. Mucha comida y productos de primera necesidad, incluyendo huevos y pollo, llegan en el barco desde la ciudad provenientes de la indsutria alimenticia, junto con gas, materiales de construcción y todo lo demás. El pueblo depende del barco.

Hacia un lado del pueblo (el noroeste) está el manglar de la boca del río Jaqué, que es de gran importancia para la pesca y conforma una de las dos reservas que la comunidad está en proceso de definir a través de otro proyecto de Cartografía participativa que también se realizó con la fundación Almanaque Azul. Hacia el otro lado del pueblo hay más de 5 km de playa, con arena gris y olas grandes. En esta playa vienen a anidar tortugas. La época en que llegan a anidar y nacen las tortugas es entre agosto y febrero. El pueblo tiene un grupo que desde hace casi 20 años se dedica a proteger las tortugas (la Organización protectora de la tortuga marina y la biodiversidad de Jaqué) y trabajan con varios voluntarios del pueblo y algunos vienen de afuera. Esta organización les paga a las personas que recolectan huevos y luego los colocan en un vivero para asegurar que nazcan las tortuguitas. Patrullan las playas de noche, mantienen los viveros y liberan a las tortugas cuando nacen. También llevan el conteo de las tortugas que vienen a anidar y del nacimiento de las tortuguitas, lo que sirve para tener datos científicos de la situación de las tortugas aquí y compararlo con otros lugares del mundo.

Cuanto más se aleja uno del pueblo por la playa, el bosque está mejor conservado y es hacia ese lado que están las tomas de agua del pueblo. El pueblo en general respeta mucho las tomas de agua, todos saben dónde están y son conscientes de que deben conservar la montaña alrededor de ellas. La primera toma de agua que se encuentra es la de Quebrada Lisa, que la hicieron los gringos en 1946-1948 y todavía funciona. La siguiente toma está más arriba, en la Quebrada Fondeadero, instalada hace unos 20 años. Esta es la principal toma de agua hoy, porque tiene un caudal mayor. Pero en verano a veces no da abasto y el agua escasea. Por este motivo el pueblo ha ideado un proyecto para construir una tercera toma de agua, en la Quebrada Miranda, que está más lejos, tiene mayor caudal y podría abastecer el pueblo por muchas décadas en el futuro.