Jardines en Balsas inició como una idea de Michelle Szejner y Yolanda Chois como propuesta a muchas conversaciones con Iver Valencia, Carmen Perea, Macario Morales, Floralba Ríos y Gume Florez, cinco habitantes de Jaqué. Cuando logramos darle forma al proyecto empezamos a sumar a otras familias y personas de Jaqué y a recibir personas que venían como voluntarios a vivir y trabajar en Jaqué.
La gente de Jaqué
Iver Valencia y Carmen Perea
Iver nació en Coquí, Chocó, Colombia. Es el pionero en la conservación de las tortugas marinas en Jaqué, inició hace 20 años y sigue luchando por su conservación.
Carmen nació en Jaqué, ha entregado su corazón a la Escuelita de la Paz, trabaja todas las mañanas con los niños de preprimaria, los alimenta, les enseña sobre la naturaleza y tiene a su cargo el huerto de la escuelita.
Delio Alvarado y María de la O Arrocha
Delio nació en El Valle, Chocó, Colombia y María en Jaqué. Delio y María son una pareja que trabajan y siembran desde siempre. Delio se encarga de su terreno y los cultivos, y María del jardín y sus plantas, todas medicinales y especialmente las que bajan los niveles de azúcar porque tiene diabetes. Ambos cocinan delicioso y lo venden en las ferias.
Maribel Salas
Nació en Juradó, Chocó, Colombia. Es madre de 4 lindos hijos, la mayor está en la universidad en Colombia, los menores viven con ella y estudian en la escuela en Jaqué. Siembra ají para vender, tiene gallinas y cocina empanadas y tortillas para vender.
Macario Morales
Nació en Juradó, Chocó, Colombia. Es un constante luchador por el bienestar y desarrollo de Jaqué, su pueblo. Promueve el comercio del plátano y su entusiasmo alegra a cualquiera. Actualmente es el Representante de Jaqué.
Abelares Osorio y Diomedes Pari Pari
Los dos son de la comunidad Emberá río arriba Mamey, en Jaqué. Tienen 7 hijos, conocen mucho sobre las plantas, los cultivos y el trabajo de la tierra. Grandes cultivadores y conocedores de plantas.
José Sabúgara y Lersy Cabrera
Es de Jaqué y es el más joven del grupo. Trabajaba en la capital y por asuntos familiares regresó a Jaqué, donde ahora trabaja en el Centro de Salud y se encarga junto con su familia de sus tierras. Al inicio no estaba convencido de hacer un huerto, a medida que fue aprendiendo y sembrando todas las semillas, instaló sistema de riego en sus zoteas, y ahora es el que tiene las zoteas más verdes y llenas de plantas útiles.
Floralba Ríos
Nació en Santuario, Risaralda, Colombia. Tiene buena mano, todo lo que siembra nace, sabe mucho de plantas medicinales, es una mujer muy ordenada y trabajadora “echada pa’lante”.
Francisco Valladares
Nació en Quibdó, Chocó, Colombia. Llegó a Jaqué y se ubicó en el “búnquer”, donde ha jardinizado su alrededor con plantas y árboles comestibles, tiene gallinas y su techo está lleno de macetas y siembras.
Olga Torres
Olga vive entre Jaqué y la ciudad de Panamá, le gusta mucho sembrar y cocina delicioso.
El equipo realizador
Michelle Szejner es bióloga, con gran pasión por la etnobotánica, culturas y usos tradicionales de sus recursos, caminar con los más grandes y sabios del pueblo, pasear por sus jardines y aprender de plantas es lo que más le gusta. Es originalmente de Guatemala y se enamoró de Jaqué en el 2014 y junto con su hijo no han dejado de visitarlo y continuar sembrando e intercambiando semillas y saberes.
“Jaqué, lugar al que fui por primera vez en el 2014 y prometí volver… desde esa fecha no he dejado de visitar este rincón del Darién! La playa y sus atardeceres, hombres y mujeres con sus tradiciones, conocimientos y plantas, la paz de saber que estás en un lugar seguro, rodeado de naturaleza, olores, colores y gente especial que lo hace uno de mis lugares favoritos del Planeta. Me abrieron las puertas de sus casas, sus familias y ahora ya los siento parte de la mía. No me queda más que agradecerles por tanto aprendizaje y experiencias que me llevaré conmigo toda la vida.”
Yolanda Chois es colombiana y gestora cultural, inició el colectivo Hacia el Litoral, donde emprendió viaje a Jaqué en el 2014 como parte de un recorrido entre tambores, pueblos, cantos y cartas sonoras por todo el Chocó. Ha llevado este proyecto a Cali y sigue buscando espacios para que no muera y más personas lo conozcan.
“Para mí Jaqué es un lugar donde existe la posibilidad de proponer. De vincularse a la comunidad e intentar hasta cierto punto soñar en cómo nos gustaría que fuera la vida. Es algo así como un lugar donde la utopía camina, donde siento que es posible generar cambios. Jaqué es mi gran laboratorio biológico y social, es decir, una escuela de aprendizaje, la existencia del manglar la cercanía al mar y a la selva y todo el ecosistema que esto significa, así como la vida de las personas que habitan los poblados hacen que este lugar genere esa posibilidad de continuo aprendizaje. Es una frontera atípica porque no se siente el fin de algo sino el punto donde se ha mezclado lo mejor de muchos lugares. Es también un lugar para refugiarse, para aislarse, y en una visión más romántica es un lugar para encontrarse.”
Equipo de voluntarias y voluntarios
Patricia Verón (Argentina – Panamá) Desde Panamá siempre estuvo pendiente de los videos, edición de fotos y apoyó en todo lo que podía, desde el día cero. FOTO
Marilaura Cajar (Panamá) Es ilustradora y diseñadora gráfica apoyó la realización de material gráfico para la consecución de recursos para el proyecto.
Angélica Ramírez (Colombia) Gran artista e ilustradora que dibujó jardines y plantas, pintó murales y alegró con su sonrisa a todo el pueblo.
Leandra Plaza (Colombia) Durante varias semanas acompañó a todo el grupo enseñando sobre técnicas naturales para combatir plagas, abono natural, hizo un documento ilustrativo con recetas y medicinas para mejorar la salud de las plantas.
“Jaqué como yo lo viví es un lugar de frontera, frágil y con mucho trabajo por hacer, diverso y al mismo tiempo complejo. Lleno de animales, frutas y plantas. En donde vale la pena quedarse una temporada larga, conversar y convivir con sus habitantes y sus múltiples proyectos sociales y culturales. Un territorio al que hay que volver.”
Lina Sánchez (Colombia) Por casi tres meses estuvo en Jaqué apoyando en todo y más, energía pura y risa contagiosa, gran apoyo en difusión, videos y fotografías, talleres y hasta buscando financiamiento para el proyecto.
“Viví en Jaqué tres meses. Tres meses en los que aprendí que al tiempo no solo se le mide por horas, minutos o días, sino por los ritmos de la luna y el mar. También aprendí a tener paciencia y pulso, empuñando el machete para abrir los cocos. Las tortugas llegaron en la noche para enseñarme cómo y en qué momento retornar. Ahora, cada vez que quiero parir un nuevo camino, vuelvo a la tibia sensación del hogar; como ellas que al parir, vuelven al mismo mar. Las cosechas de maíz, cacao, mango, marañón, arroz, papaya, otoe, yuca y la pesca diaria, alimentaron mis días y me enseñaron a agradecer la abundancia de la naturaleza; a mirar con humildad toda la inmensidad de la selva, a respetar su espesura, siempre húmeda. El mangle se convirtió en un mantra para apaciguar la ansiedad. Allí se abre paso a los ritmos lentos y calmos de la vida, y entonces aprendí que aún el cuerpo estando en quietud, el movimiento no cesa, porque al fondo, está el corazón. Jaqué es un lugar en el que la lluvia, la arena y el sol son inclementes maestros. Aquí la vida germina a cada instante, la tierra palpita, y si nos detenemos a escucharla, seguro aprenderemos.”
Ricardo Velasco (Colombia) Visitó Jaqué en dos oportunidades y trabajó parte de su tesis doctoral con las familias de Jardines en Balsas, escribió artículos y tiene un gran archivo audiovisual en proceso.
Débora Rivera (Panamá) Nos acompañó en el “Junta Lab” para enseñarnos sobre las semillas nativas, criollas, híbridas y transgénicas.
Guillaume Barros (Francia) Permacultor que visitó Jaqué en dos ocasiones, la primera como parte del equipo de “Junta Lab” enseñándonos a hacer el círculo de guineo y la segunda para hacer intercambio de semillas y dar una vuelta por todos los huertos.
“Cuando Michelle me habló del proyecto de Jardines en balsas yo entendí que estaba el lugar para desarrollar un primer paso en técnicas sostenibles. La técnica de círculo de guineo les emocionó. Comimos, reímos, sudamos juntos y de verdad me fui dejando muchos amigos y prometiendo regresar. Tengo muchísimas ideas para ellos. Tengo ganas de regresar y enseñar. Para nosotros, la gente de la ciudad, es todavía muy “yeyecito” esta onda orgánica, de cuidado de la tierra, de hacer crecer su propia comida. Pero para los habitantes de Jaqué, ser sostenible, empieza a ser ya, una necesidad para comer”.
Marta Soltysiak (Polonia) y Héctor Cañas (Argentina) Marta y Héctor estuvieron casi dos meses en Jaqué y su labor, enseñanzas y obras aún son recordadas con gran admiración por el pueblo. Marta es artista y una gran cocinera vegana quien estuvo con cada mujer cocinando en sus cocinas y aprendiendo las recetas locales y enseñando sobre conservas, fermentos y cocinando con lo que los huertos y zoteas producían, hizo un recetario con todo. Héctor agricultor nato y voluntario estrella en la conservación de tortugas, además de caminar las playas en las noches buscando tortugas desovando, por el día sembraba y cultivaba junto a Delio y otros grandes agricultores del pueblo.
“Los últimos 3 meses en Panamá han sido alucinantes. Primero en la hermosa y acogedora Chiriquí, después en ciudad de Panamá y por último casi 2 meses en las entrañas de la selva de Darién. Un lugar mágico llamado JAQUE, donde las tortugas, los niños y la gente nos regalaron tanta vida y alegría que parte de nosotros se quedó allá. Jaqué ha sido un hogar y un lugar donde hemos visto florecer parte de ese mundo nuevo en el rostro de los amigos que allí nos acogieron entre el océano y las montañas, entre los poblados Emberás y las casas de colores… Dolió dejar Jaqué, pero la aventura debe continuar…”